La entrada del niño a la escuela infantil supone un cambio muy importante en la vida del niño, implica la salida de su mundo familiar, de lo que conoce y le resulta seguro y a un espacio desconocido donde tiene que relacionarse de manera diferente con los adultos y con sus compañeros.
Esta experiencia le aportará seguridad y autonomía personal e influirá de forma positiva en su desarrollo si la vive de forma adecuada, por ello es importante que el adulto favorezca un entorno adecuado para que el niño pueda vivir esta experiencia sin un sufrimiento excesivo.
Son muchas las consideraciones a tener en cuenta y las actitudes de los adultos que pueden favorecer una adaptación satisfactoria. Quiero hacer hincapié en la importancia de no marcar metas en el tiempo ya que cada niño vive este proceso de forma diferente.
El niño en clase puede llorar, querer escapar, rechazar a la profesora, sentarse al lado de la puerta, llamar constantemente a su mamá…
Puede que en casa muestre otro tipo de conductas como, negarse a comer, terrores nocturnos, no querer separarse del los padres ni un minuto…
Estas actitudes debemos verlas como algo temporal, totalmente normales en este periodo.
Pero, ¿nosotros como adultos como le ayudamos a vivir este momento, que necesita el niño de nosotros?
Por parte de la Escuela Infantil Burbujas y su profesorado:
– Cuidando al máximo el tono de voz, evitando los gritos y las tensiones.
– Dejando al alumno su espacio permitiéndole acercarse o alejarse libremente de la «profe».
– Permitiendo un horario flexible en el que el niño pueda estar ratos cada vez más largos.
– Asesorando a las familias, entendiendo que para los padres también es un momento difícil.
– Creando espacios seguros donde el niño pueda desenvolverse con seguridad y libertad.
– Dejando que los primeros días sean de observación, disponiendo de más tiempo para el juego libre y las primeras relaciones sociales con otros niños.
– Ofreciendo confianza y transparencia a los padres para que se sientan más seguros y tranquilos.
A los papas que comenzáis a llevar a vuestro hijo a la escuela infantil os recomendamos:
– Tened en cuenta que vuestra actitud es fundamental para que vuestro hijo supere este momento lo mejor posible. Si vosotros estáis nerviosos, desconfiados, os mostráis inseguros vuestro hijo lo nota y reproducen esos mismos sentimientos.
– Cuando le dejéis en la escuela despediros de él brevemente, sin mentiras («ahora vuelvo”, “voy a comprar el pan y vuelvo»…), y rápido sin alargar la despedida, solo le crearemos más sufrimiento alargando este momento.
– El llanto es una expresión de protesta, permitirle que cuando se encuentre mal lo manifieste, sin enfadarnos ni preocuparnos en exceso.
– Aplazad en la medida de lo posible cambios en su vida (quitar el pañal, el chupete, cambio a cama en vez de cuna)
– Hablar en casa de la Escuela con naturalidad, con quien ha jugado, que juguetes había, como se llama su profesora… no pasa nada si no quiere contestarnos o se muestra enfadado, él verá en vosotros que es algo natural.
– No dudéis en preguntar al personal de la escuela infantil cualquier duda que tengáis sobre vuestro hijo, el funcionamiento de la escuela, la adaptación…
La clave para una adaptación sin conflictos es afrontar este reto con confianza, tranquilidad y respeto.